El 30 de enero es el Día Mundial del Croissant y hay que celebrarlo. El croissant también es muy popular en los Países Bajos y Bélgica e incluso los venden en una lata que se puede abrir y luego extender los croissants listos para hornear. Pero, ¿de dónde viene realmente ese delicioso dulce y por qué todos piensan que el croissant es un invento francés cuando no lo es?
Ese delicioso bollo de hojaldre con forma de luna creciente, es uno de los desayunos más solicitados en muchos países como España, los Países Bajos y Bélgica. Cuando entras en una panadería, puedes encontrar por todas partes, croissants en el mostrador. Los riquísimos croissants son deleitados por casi todos los que se toman un café con leche o un cortado para desayunar (o a veces un magdalena u otra repostería).
Contrariamente a la creencia popular, el croissant no es un invento francés, ni español. Puede que hayan sido los franceses quienes perfeccionaron la receta del croissant, pero según la leyenda, el croissant es originario de Viena, Austria. El croissant fue introducido en París en 1839 por el empresario vienés August Zang cuando abrió una tienda que vendía pasteles y pasteles vieneses. Allí vendió, entre otras cosas, el Kipferl, que se considera el antecesor del ahora popular croissant.
August Zang ideó una variación del Kipferl, hecha de masa girada (un tipo de hojaldre). Los parisinos le dieron el nombre de una media luna debido a su forma y se le dio el nombre de croissant. En los países latinoamericanos, el croissant, por lo tanto, no recibe este nombre, sino que se dice que es «medialuna», es decir, media luna.
Leyendas
Hay muchas leyendas que rodean el origen del croissant. Se dice que el Kipferl, por ejemplo, se originó durante el asedio de Viena en 1683. Según la tradición, los otomanos excavaron un túnel debajo de la ciudad que conducía a una panadería. Los panaderos, que trabajaban desde temprano, dieron la voz de alarma y el ataque fue repelido.
Como símbolo de victoria, se horneó un bollo en forma de media luna. No se sabe del todo cuándo y quién introdujo el croissant en los Países Bajos y Bélgica, pero resultó ser un éxito porque se comen muchos croissants.
Por cierto, hay tres formas de croissants en España, los Países Bajos y Bélgica, la forma de media luna (con cuernos), la forma redonda (los cuernos se tocan formando un círculo) y el croissant recto. Además, hay muchas variantes, con chocolate, con jamón / queso, con otros dulces o harina integral. Así que hay suficientes opciones para que el 30 de enero festejes el Día Internacional del croissant o ‘cruasán’ en los Países Bajos y Bélgica