No hace mucho escribimos sobre una familia en Málaga que encontró en un paquete enviado desde los Países Bajos a España una breve nota de una mujer española residente en los Países Bajos que añoraba su hogar. Ahora es otra historia, porque una mujer en Palencia, en España, encontró en una bolsa de chuches comprada en el supermercado ALDI, una carta de un preso belga denunciando discriminación. Quiere cumplir su pena de prisión en España y pide su distribución a través de las redes sociales.
Se trata de un preso de la prisión de Andenne, cerca de Namur. Hay empresas que ofrecen trabajo a los presos que están en talleres de producción y, en este caso, ponen dulces en bolsas. La carta dice que hay 3000 detenidos que quieren ser repatriados. La carta está escrita en una computadora en francés, no tiene nombre pero tiene una firma.
“Me permito escribirte porque tengo un procedimiento abierto en un juzgado por octava vez”, explica el preso en el texto pidiendo al destinatario que publique la carta en las redes sociales. Además, expone la gravedad del asunto al asegurar que los extranjeros en las cárceles belgas están expuestos a una «discriminación muy fuerte». Especialmente en Andenne, señala el escritor encarcelado.
El mensaje de la bolsa de caramelos con carta ha llegado a la empresa belga Candy Pack Bélgica, encargada de envasar los caramelos que se venden en ALDI. Según un portavoz, esto nunca había sucedido antes y se está investigando cómo pudo haber sucedido. No se sabe si se enviaron más cartas.