MADRID – La caída masiva del turismo internacional desde el inicio de la pandemia del coronavirus deja a España con una pregunta importante: ¿habrá un antes y un después del COVID para la industria turística? Hasta noviembre de 2021, España registró un 72% de los turistas internacionales que llegaron a España en 2019. Pero, ¿cuál será ese porcentaje en el 2022?
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En el 2019, España seguía siendo el segundo destino turístico más fuerte del mundo. Alcanzó el número récord de visitantes de 80 millones de personas que, además de mucho dinero, traían molestias por aquí y por allá. El modelo de turismo cuantitativo: tanto y tan a menudo como sea posible, ya era cuestionado antes de la pandemia. Las nuevas exigencias de «más naturaleza» y «menos aglomeraciones» favorecen una nueva forma de turismo.
A pesar de todo eso, España sigue siendo el destino de vacaciones más popular entre otros países europeos. Más del 9 por ciento de los europeos dice que quiere pasar sus próximas vacaciones en España, un número más alto que en otros «puntos calientes» como Italia, Francia o Grecia.
Junto con Francia, también visitan a España por su diversidad. Los turistas no solo están interesados en el sol y la playa, sino que también aman las montañas, las ciudades y las islas. “Las cifras indican que no habrá daños estructurales en el sector turístico”, concluye María Romero, economista de Afi, “aunque la recuperación será más lenta de lo esperado, el turismo volverá a convertirse en una parte importante de la economía española.”
Los expertos tienen en cuenta dos escenarios. En el primero, viajar puede convertirse en algo aterrador y la gente decidirá que ir lejos de casa tiene poco sentido. En ese escenario, la baja demanda también podría encarecer la oferta. El segundo escenario, y según muchos el más probable, es que después de un período de medidas veremos una explosión del turismo. Al igual que este verano, todos viajarán al máximo mientras puedan.